Hace unos días, casualmente, reparé en un programa de debate de una popular cadena televisiva, pues anunciaban a un Catedrático para mi muy familiar, ya que ha formado parte de ese grupo de intelectuales por los que siempre he sentido una cierta admiración y respeto, concretamente, hablo del profesor Jose Maria O’kean.
De las muchas enseñanzas que nos regala el mencionado profesor, hay una idea que, a modo de conclusión, me deja siempre muy pensativa: «nuestro verdadero problema, es que nos falta un diseño de modelo de futuro por el que luchar realmente y en el que basar las decisiones cortoplacistas que se adoptan con carácter muy coyuntural”. Lo suyo, decia el profesor, es que se aborden las cuestiones con un sentido más estructural y con proyección de futuro orientado a un modelo concreto (algo que impone la lógica racional sistémica, dado que la naturaleza está formada siempre por patrones que configuran nuestro devenir futuro).
Son ideas que se alinean perfectamente con otro nutrido cuerpo de intelectuales quienes, a veces a la luz, y muchas otras (desgraciadamente), a la sombra, se manifiestan dado que el “sistema” (fuertemente liderado por elementos que imitan los modelos trepas cortoplacistas) tiende a eliminar sus trasgresoras ideas por ser estas “incómodas” para sus intereses individualistas.
Leo las listas de opinión de muchos foros, en los que se denota un hastío y un desánimo generalizado. Percibo un desaliento masivo a la hora de afrontar el futuro. Desaliento que es aprovechado por las especies más “fortalecidas” para seguir consolidando sus posiciones caiga quien caiga.
Siempre he intuido que todo este torrente energético con un sentido claramente destructivo, tiene un fuerte impacto en nuestro “ánimo” (estado emocional) y como consecuencia nos mostramos como un ejercito de perdedores antes, siquiera, de poder librar una simple batalla.
Recuerdo ahora las palabras del maestro Sun-Tzu en el arte de la guerra: Los ejércitos victoriosos vencen primero y luego van a la batalla”,. Sin embargo, “Los ejércitos derrotados van primero a la batalla y luego intentan vencer”.
Lo cierto es que percibo que ni lo uno, ni lo otro. Nuestra derrota emocional es ya tan manifiesta que ayuda a que los “fuertes” (altamente interesados de manera egoísta) se posicionen más pronto y con más fuerza, en detrimento de quienes de manera más altruista y desinteresada, trabajamos por conseguir un sistema menos destructivo.
Esta mañana leia un texto extraído de “El confindencial”, obra de Sabina Berman: «la cooperación es la norma». Se trata de esos mensajes a los que otro de mis admirados catedráticos andaluces, en este caso, el profesor Genaro Chic, nos tiene acostumbrados, y que nos ayuda a entender que nuestra realidad depende mucho más de nosotros de lo que creemos. A pesar de que el “sistema” pretendió en un momento de nuestra historia reciente, ensombrecer mentes brillantes como la suya, su tesón y persistencia hace que su cátedra siga tan presente como cuando impartía sus clases en las aulas, o más, si cabe (como siempre, gracias profesor por sus mensajes y sus enseñanzas).
En el articulo de Berman, se presenta una relación de las Leyes Positivas de Darwin. No tienen desperdicio. Ayuda a entender, que los modelos «trepas» (que tanta «simpatía» me despiertan), tienen, esperanzadoramente, los dias contados.
Si aplicamos esto a nuestro tema de fondo “Como conseguir modificar la cultura emprendedora de nuestro sistema económico y social” (algo en lo que venimos trabajando desde hace ya muchos años en SISCAPEM, tanto desde una vertiente racional, como emocional), a mi entender, hacemos más énfasis en la idea de fondo: fortalecer valores realmente solidarios, basados en una cultura del esfuerzo y el trabajo, que, lejos de ser un elemento alienador y desgastante, se convierta en una cultura de trabajo constructivo, positivo y altamente satisfactorio para el colectivo de personas que lo adoptan.
Creo que este mensaje, muy repetido por los ideólogos, teóricos, intelectuales y científicos, debe pasar de ser de un discurso a una acción. Acción que se traduzca, de una manera u otra, en resultados palpables, concretos, medibles……hechos (ejemplos concretos, cotidianos, del día a día)….
LA PREGUNTA ES: ¿TIENEN TAN DIÁFANA ESTA IDEA NUESTROS HIJOS, Y/O ALUMNOS?
Es decir, tienen claro ese «Modelo de Futuro» aquellos que representan nuestro futuro? (me refiero al nuestro, no al de los alemanes, ni los americanos, ni los chinos…..)… Tambien me pregunto yo misma a veces ¿Lo tenemos claro nosostros a la hora de enseñar en las aulas, a la hora de enseñar a nuestros hijos, a la hora de actuar para con los demás? ¿esque acaso yo no puedo hacer nada por ofrecer a mi hijo algo más que una carrera universitaria, una hipoteca y lo poco que pueda dejarle fruto de mi trabajo honrado? (aparte de luchar contra el «sistema» para otorgarle una «buena Educación» basada en valores) (recomiendo ver «la Educación Prohibida«)
Esta ha sido una de las cuestiones que más me han pre-ocupado durante mi reciente etapa como madre de un adolescente y ahora jóven e inteligente «líder-emprendedor». Mi pequeña «obsesión»: Como educar a mi propio hijo «a pesar» del sistema.
Una de las preguntas poderosas que más se utiliza en los procesos de coaching es el “para qué”. A la hora de aplicar la metodología coaching-learning en los procesos de entrenamiento en el aprendizaje es un elemento al que siempre recurro en mis entrevistas con los alumnos: y esto…¿“para qué”?….. siempre hago la misma pregunta.
Es curioso el efecto que esa cuestión produce, sobre todo cuando abordamos temas relacionados con el aprendizaje individual y grupal. Y no digamos ya cuando se plantean algunas propuestas o algunas decisiones adoptadas en los ámbitos de trabajo (y personales también).
Si de una manera colectiva existiese un consenso o una visión más clara de cuál es ese “modelo” a seguir, y las personas que intervenimos en su definición fueramos capaces de adoptar realmente un modelo “social” «democrático» y «liberal» fuertemente coo-petitivo, basado en valores bien arraigados de carácter ético-emprendedor(1), ….. ¡otro gallo nos cantaría!
(1)Fuente: Cañadilla Gómez, M. (2.000). Manual-Guía para el fomento de la Cultura E2. Fondo de Formación. Granada
Admirada polvorilla:
Como puedes comprobar yo leo tus mensajes como tú los míos. Lo que más nos une es que luchamos al final por una misma causa, como tú viste desde el principio. Te adjunto un artículo que me ha llegado hoy, enviado por su autor (un profesor de la Complutense) de que creo que te va a gustar la introducción general, de la que espero cuando tiempo sacar el material para uno de mis correos.
Un beso Genaro Chic García
http://www.genarochic.tk
Foro: http://prestigiovsmercado.foroes.org/forum.htm
Tfno. 954 62 58 88 669 41 51 74
¿Y qué es peor que una crítica? – La crítica constructiva. La gente nunca te lo perdonará (Eliyahu M. Goldratt, La meta, Madrid, 1993, p. 251)