Siguiendo con el modelo E2 de Valores Ético Emprendedores del profesor Cañadilla, nos desplazamos a la otra punta de la figura que lo representa y abordamos uno de los valores más necesarios en los tiempos que estamos viviendo y que, precisamente, se nutre del anterior valor perteneciente al conjunto de «Valores Éticos» y se forma con más energía en el conjunto de los llamados «Valores emprendedores». Nos referimos a la VALENTÍA
Si acudimos al diccionario de la RAE, para introducir el término que, a nuestro entender, es verdaderamente importante en los comportamientos emprendedores, éste, nos dice que valentía se define como:
- Esfuerzo, aliento, vigor.
- Hecho o hazaña heroica ejecutada con valor.
- Expresión arrogante o jactancia de las acciones de valor y esfuerzo.
- Gallardía, arrojo feliz en la manera de concebir o ejecutar una obra literaria o artística, o alguna de sus partes.
- Acción material o inmaterial esforzada y vigorosa que parece exceder a las fuerzas naturales.
Según los planteamientos del modelo E2 la valentía: «Es imprescindible para acometer las circunstancias difíciles que afrontamos en nuestro acontecer socioeconómico y laboral». Emprender, conocer, asumir responsabilidades, no discriminar, innovar etc., requiere importantes dosis de este valor. Sólo llegaremos a ser verdaderas personas emprendedoras y sólo alcanzaremos elevadas cotas de desarrollo equilibrado de nuestros propósitos cuando actuemos con valentía ante esas situaciones.
Algunas Frases relevantes que nos ayudan a centrarnos en el concepto:
- El torero sigue siendo mítico y, cuando expresa la valentía el pueblo se enardece y los viejos entusiasmos reaparecen. Enrique Tierno Galván (1918-1986) Político e intelectual español.
- La excelencia moral es resultado del hábito. Nos volvemos justos realizando actos de justicia; templados, realizando actos de templanza; valientes, realizando actos de valentía. Aristóteles (384 AC-322 AC) Filósofo griego.
Dentro del programa Educativo «valores para vivir, que recibí hace años de la mano de Enrique Simó, colaborador y amigo de SISCAPEM, se nos mostró que La “valentía” es ese valor que nos hace luchar por lo que “vale la pena”. Nos ayuda a superar nuestros miedos, y encauzar la vida en momentos difíciles. Ser valientes no es fácil: hace falta fortaleza interior.
Pero, por otro lado, no es exclusiva de personas casi extraterrestres: todos podemos ser valientes si surge la ocasión. Lo que implica que si somos conscientes de las barreras que nos impiden adoptar ciertos comportamientos, podremos fortalecer un valor tan importante en el desarrollo de proyectos emprendedores.
A veces, la valentía implica ser consecuentes con nuestros actos, y en concreto, asumir nuestros errores. Es más fácil escurrir el bulto, o disimular. Por amor a la verdad, por respeto a los demás, por coherencia con uno mismo, es preciso reconocer los errores.
Reconocer delante de nuestros hijos, o de nuestros compañeros, o de nuestros alumnos, que hemos metido la pata, y pedir perdón, no nos quita ninguna autoridad; todo lo contrario.
Unos van lanzados por la vida, cuesta abajo y sin frenos, y a otros hay que remolcarlos. Ni una cosa, ni la otra. Pero muchas veces nos atemorizamos por fantasmas que sólo están en nuestra mente, y tenemos un enorme miedo al fracaso o al ridículo. Así lo expresaba recientemente en una entrevista concedida a ABC la autora del presente trabajo.
http://kioskoymas.abc.es/noticias/economia/20131130/sevp-poca-tolerancia-fracaso-freno-20131130.html
Un chico que no se atreve a decirle a una chica cuánto le gusta, por miedo a que le diga que no, no está actuando bien. Aparte de que el “no”, a diferencia del “sí”, nunca es una respuesta definitiva, el mundo no se acaba, y hay más chicas y más ocasiones.
Sin duda, la cobardía engendra sociedades enfermizas y débiles. La valentía produce personas dignas de respeto y confianza, sociedades sanas y naciones fuertes. Consideramos que puede suscitar a mucha “discusión”, pero en definitiva, todo confluye en lo mismo: superación de barreras mentales (reales o imaginarias).
Comparto el recurso que siempre utilizo al inicio de mis clases, charlas y/o conferencias, dado que creo que expresa fielmente el mensaje que, a veces, se diluye entre palabras bien escritas o pronunciadas. A mis alumnos suele gustarle muchísimo, y confieso que de vez en cuando me lo pongo a modo de recuerdo, porque el cambio ha de ser continuo, si realmente queremos ser «EXCELENTES»
Pingback: Re-emprender con Valores. SISCAPEM propone una forma sólida de generar nuevos caminos. | Sistemas de Capacitación Emprendedora