Este semestre en la tercera o quinta clase de un curso un alumno preguntó por el “Programa del curso”, yo ya lo había explicado en la primera clase extensamente, pero como algunos alumnos faltaron lo volví a hacer. Expliqué el sentido del curso, la relevancia para sus carreras profesionales y los contenidos que veríamos. Al terminar la explicación una alumna insistió en que necesitaban conocer el “Programa del Curso”. Preguntando más acerca de qué es lo que querían me explicaron que lo que necesitaban saber era exactamente cómo se les evaluaría, cuándo, con qué mecanismos, cuáles eran las dimensiones de la evaluación y en rigor cómo se aprueba el curso.
Archivo del Autor: eduardoolguin
Aprendizaje Experiencial Integral
Gran parte de los alumnos que egresan de ingeniería sienten que no saben lo suficiente, que no están capacitados para ejercer como ingenieros, tienen un cierto grado de temor y falta de confianza en sí mimos. Los empresarios y ejecutivos que contratan ingenieros dicen que requieren entrenar uno, dos o tres años a los ingenieros recién egresados para que sean “realmente ingenieros”. En estos años aprenden, entre otras, a expresarse, a hacer presentaciones y defender sus proyectos, a trabajar en equipo, a construir y lidiar con las relaciones de trabajo, a liderar equipos, a negociar y generar acuerdos, gestionar conflictos, etc.
Lo que le falta a estos egresados es desarrollar sus habilidades ingenieriles. No es falta de conocimientos, estos les sobran.
Durante estos primeros años serán parte de un proceso de aprendizaje en la experiencia que los involucrará en todo su ser. Se transformarán en Ingenieros. Deberán atreverse a hacer muchas cosas, experimentarán emociones que a veces les serán difíciles e incómodas. Estarán viviendo un proceso de aprendizaje experiencial integral.
Este es sólo un ejemplo de lo que muchos profesionales y personas en general deben hacer muchas veces en su vida.
Aprendiendo a Emprender, una propuesta
El emprendedorismo según la profesora Ana María Orti es el cuerpo de conocimiento destinado a fomentar el espíritu emprendedor. De su tesis doctoral vemos que las capacidades que posibilitan en emprendimiento y el espíritu emprendedor tienen que ver, entre otras, con: asertividad, confianza en sí mismo, creatividad, estabilidad emocional, motivación por el logro, perseverancia, proactividad, tolerancia a la incertidumbre, asumir riesgo, etc.
Preguntas que pueden surgir a partir de esto son ¿cómo podemos enseñar esto?, ¿se puede enseñar, por ejemplo, creatividad?, ¿cómo se puede desarrollar una actitud proactiva?
Evaluaciones, observaciones y agradecimientos.
Al dejar Sevilla me gustaría hacer un comentario sobre un tema que mi equipo de trabajo, todos ellos docentes universitarios en Chile, me han preguntado en reiteradas ocasiones durante mi estadía “¿qué te ha parecido el programa?”.
Una nueva arquitectura posible para la Economía del Prestigio (Primera parte)
En plena crisis económica, tal dia como hoy, 24 de marzo de 2020, comenzamos a re-ordenar y re-estructurar nuestra propia realidad, más conscientes de la situación que vivimos. En este sentido SISCAPEM trabaja incansablemente en propiciar una cultura verdaderamente emprendedora, basada fundamentalmente en Principios y Valores sólidos que hagan de nuestro mundo un planeta «feliz», siguiendo la idea propuesta por Malthus
El objetivo manifiesto de la investigación del Dr. Adam Smith es la naturaleza y causa de la riqueza de las naciones. Sin embargo, hay otra investigación, quizás aún más interesante y que ocasionalmente se confunde con ésta; me refiero a la investigación de las causas que afectan la felicidad de las naciones”, Malthus (1798)
Rescatamos un articulo que en su dia elaboró el profesor Eduardo Olguín, con ocasión de su participación en el curso de Advanced Studies of Business Science & Entrepreneurships celebrado en la Universidad de Sevilla.
Dicho autor argumenta:
El Profesor Genaro Chic de la Universidad de Sevilla y su equipo de trabajo han desarrollado el tema de «La Deuda de Prestigio como motor de la economía» Según este planteamiento, la economía de mercado y la economía de prestigio juntas constituyen la economía como un todo. Sin embargo, en este último tiempo, en consistencia con una sociedad centrada en la racionalidad, la economía que se ha desarrollado más y que opera mayoritariamente es la de mercado.
Por lo planteado por el grupo de estudio del Profesor Chic, pareciera ser altamente conveniente que la economía del prestigio y la economía del mercado funcionen en forma equilibrada. Esto entre otras cosas podría aportar a equilibrios económicos mayores y una sustentabilidad económica muy deseada.