Los dias 22, 23, 28 y 29 de Mayo, han tenido lugar en las aulas de la Facultad de Ciencias del Trabajo de la Universidad de Sevilla, las sesiones correspondientes a la asignatura “Orientación estratégica de los Recursos Humanos” en el seno del MÁSTER OFICIAL EN GESTIÓN Y DESARROLLO DE LOS RECURSOS HUMANOS que se ofrece como Titulo Oficial de Postgrado por dicha facultad.
Concretamente, el dia 28 de Mayo, tuvimos una interesantísima sesión que se inició con el titulo genérico “Gestión del Cambio de los RRHH”, en la que hacíamos un recorrido teórico-practico sobre cómo deben gestionarse los cambios en las personas, desde una perspectiva individual (tanto a nivel emocional como a nivel racional) y el impacto que esto tiene a nivel operativo en las organizaciones y por “ende” a nivel real en el entorno socio-económico.
Ante todo, es mi deseo como responsable de la asignatura, agradecer la entrañable e impactante intervención de David García Ostos, quien, a título individual (es decir, dejando a un lado su importante cargo como Director General de Comunicación de la Junta de Andalucía y coach personal de muchos líderes políticos que están resurgiendo últimamente), compartió con nosotros sus conocimientos y experiencias en el tema referido. Su conocimiento “experto” (desde la perspectiva del “campo de batalla”, como solemos decir los estrategas) nos fue de gran utilidad a la hora de entender y sentir el proceso de cambio y ha constituido la semilla de lo que han sido los procesos de profunda reflexión que hemos desarrollado en la asignatura, como futuros egresados a nivel post-grado, en el campo de la gestión estratégica de los RRHH en las organizaciones (sean del tipo que sea).
Desde mi humilde perspectiva, como encargada de iniciar esos procesos de reflexión y toma de conciencia de la realidad (en coherencia con lo que alimenta el conocimiento experto del amplio elenco de profesorado que constituye la programación de dicho Master), creo que ha sido un rotundo acierto proponer al alumnado un análisis reflexivo de un caso real de cambio que les afecta a ellos.
Se han podido engranar muchos contenidos con experiencias recientes y adaptarlos a lo que realmente les importa a ellos: Saber gestionar los cambios en las personas y en las organizaciones en coordinación con los cambios que se están produciendo en nuestro entorno.
Estos procesos son muchos y muy intensos y hemos tenido en cuenta muchos aspectos que afectan a esos cambios (legales, sociales, económicos, ecológicos, etc), tanto desde una perspectiva interna como externa.
Un análisis muy “holístico” que, a buen seguro, dará sus frutos en un futuro y que poco a poco iremos compartiendo desde SISCAPEM, fieles a nuestra misión y visión de siempre: la necesidad de potenciar la cultura emprendedora que nuestra sociedad necesita hoy en día, especialmente entre aquellas que posean CARISMA y dotes de LIDERAZGO.
En mi opinión, como persona muy concienciada con la MISIÓN de nuestra labor universitaria, percibí en todos y cada uno de los participantes una gran necesidad de experimentar y aplicar cambios en su entorno.
Se trata de personas dotadas de una altísima capacidad y con más conocimiento experto del que, a veces, nos ofrece nuestra nuestra VISIÓN corto-medio placista (más enfocada en «otras cosas», entiendo, muy condicionada por objetivos sistémicos y culturales) y que nos están apartando de nuestra verdadera MISIÓN: aportar valor a nuestra sociedad más inmediata y cercana, empoderando a nuestros alumnos, para poder tomar las riendas del mundo que van a heredar nuestros hijos, y articular LAS BASES CULTURALES de las organizaciones que regirán esa nueva sociedad.
Todos y cada uno de ellos son líderes potenciales que la Universidad de Sevilla no debería desdeñar y que, en mi opinión puramente personal, a veces, no lo valora como debiera.
El primer punto de inflexión, a mi entender, es saber detectar bien esas necesidades y expectativas, que no siempre son las que ellos mismos «creen» tener, pero que tampoco son las que nosotros «creemos» que tienen, dado que los sistemas de creencias van modelándose a lo largo del tiempo a través de los «referentes» que la sociedad va «creando y valorando» (potenciando y destruyendo), dejando a un lado la responsabilidad social que el impacto de esos «referentes» pueden tener en nuestros descendientes.
Precisamente, el gran reto de este siglo es tomar conciencia del proceso de modelización que tiene lugar en las nuevas generaciones de «personas» que van a tomar las riendas de nuestro futuro.
Creo que debemos hacer una importante reflexión autocrítica de todos y cada uno de los aspectos que provocan las desviaciones entre nuestra misión estructural y nuestra visión coyuntural, dejar de lanzar «balones fuera» culpando a los demás y mirarnos un poco más al espejo para descubrir que nuestra propias arrugas existen y no se trata de maquillarlas, sino de aceptarlas y procurar hidratarlas para seguir dando lo mejor de nosotros mismos, por el bien de nuestros alumnos, por el bien de nuestra institución, de nuestra sociedad, en definitiva, por el bien de todos.
Desde aquí me gustaría manifestar mi profundo agradecimiento a todas las personas que han intervenido, intervienen e intervendrán, no sólo en esta oferta formativa que hace nuestra Universidad, sino en todas y cada una de las iniciativas que, en silencio, y desde la sombra, son coherentes con esta misión y cuya energía, a buen seguro, se alineará pronto en lo que «veo» se está traduciendo en un profundo CAMBIO en los sistemas de creencias y valores que afectan a las personas, a nuestra institución universitaria, a nuestra sociedad y, por ende, al mundo globalizado.